Recetas para pequeños gourmets

Si tu bebé lo necesita, puedes ofrecerle un biberón antes de acostarlo.

• El pediatra, tu consejero: sigue sus pautas de introducción de los alimentos, aunque no coincida con las de otros niños.
• Cada comida, a su hora: haz las comidas siempre en el mismo horario. Los bebés necesitan rutinas y cuanto más las sigas, mejor.
• Comer sin distracciones. Consigue un ambiente tranquilo y relajado, evitando distracciones como el televisor o el juego. Haz de cada comida un momento para compartir en familia.
• ¡Paciencia! Si tu bebé no acepta un nuevo alimento, ten paciencia e insiste. Intenta que lo pruebe varias veces, pronto se acostumbrará al nuevo sabor.
• Siempre que sea posible, prepara el puré justo en el momento de comer. Sólo así tendrá todas las propiedades y nutrientes que tu bebé necesita. Piensa que la fruta, por ejemplo, se oxida rápidamente. Cuando no dispongas de medios o de tiempo para preparar purés caseros, recuerda que los tarritos de fruta, carne o pescado son una excelente alternativa.
• No abuses de las proteínas. Respeta las cantidades de carne y pescado recomendadas por tu pediatra. Aunque te parezca poco, es lo que tu bebé necesita y la cantidad de proteínas que su sistema digestivo y renal puede asumir.
• Limita la sal y el azúcar. Prescinde de ellas al menos durante el primer año. Después, podrás introducir la sal en poca cantidad y, más adelante, el azúcar.
• Combate el estreñimiento. Alimentos ricos en fibra como las papillas elaboradas a partir de cereales integrales, la fruta y la verdura favorecen el tránsito intestinal. Evita abusar del plátano, la zanahoria, la manzana y el arroz.
• Casos de diarrea: consulta con el pediatra y dale mucha agua a tu bebé, además de alimentos astringentes, tales como el arroz, la zanahoria y la manzana.